Autos policiales alrededor del mundo

Dubai es conocida como la capital de la opulencia, por lo que la policía consideró que necesitaba un vehículo especial para estar a la altura de los autos que circulan regularmente por el emirato, y que alcanzan tranquilamente los 300 kilómetros.
Por esta razón, se decidieron por el Lamborghini Aventador.

Aunque se trata también en parte de una acción de marketing, el propósito del uso del Aventador es disminuir la propensión de los jóvenes conductores a circular a altas velocidades por las rutas desérticas.
Además, la policía de Dubai impuso nuevas y severas penas para los conductores que superen los 200 kilómetros, que pueden llegar hasta la pena de prisión.

El Aventador de 382 mil dólares es perfecto para la tarea: su motor V12 de 6.5 litros genera 700 caballos de fuerza y es capaz de alcanzar los 100 km/h en 2,9 segundos. Se velocidad final es de 349 km/h, y aunque suene increíble, tendrá que esforzarse a la hora de perseguir a un Bugatti Veyron.
La policía de Irlanda del Norte es una de las primeras en contar entre sus filas con un vehículo híbrido. La gran ventaja del Ampera es que cuando la electricidad se acaba, un motor a nfya entra en marcha, algo verdaderamente útil, y hasta necesario a la hora de patrullar vecindarios violentos.
Para policías amantes de la velocidad, este Ford RS200 que consiguió el departamento de Essex, en Inglaterra, es ideal. Con 450 caballos y un 0-100 km/h en impresionantes 2.1 segundos, hay que tener serios problemas para tratar de escapar de él.
La policía alemana se hizo de este pintoresco BMW, aunque con una velocidad máxima de 85 km/h, no creemos que tenga demasiado éxito persiguiendo Porsches y Mercedes-Benz en las autopistas.
Este típico modelo de la década de 1990 luce común y corriente, pero era capaz de llegar hasta los 241 km/h en caso de ser necesario.
En los 80, el Ford Capri era el auto policial más cool que uno podía imaginar. Este en particular fue utilizado por la policía de Manchester.
Los contribuyentes seguramente se pondrían furiosos si se enteraran que las autoridades locales gastan el dinero de sus impuestos en Ferraris de 200 dólares como ésta, la 612 Scaglietti de 4 asientos. Esta versión policial, con opcional de control a distancia, fue utilizada como parte de una campaña de prevención en 2007.
45 mil dólares pueden sonar caros para un auto de urbano, pero este es un caso especial. Con motor eléctrico, causa tanto daño al medio ambiente como una mariposa, aunque también hay que reconocer que su autonomía de 160 kilómetros y sus 66 caballos de fuerza no sean la mejor opción a la hora de una persecución.
Algunos se preguntan si algún auto es tan adecuado para controlar el tráfico como el Volvo V70. Espacioso, confiable y discreto, este ejemplar cumple con todas las expectativas. Y gracias a su compresor turbo, también es ridículamente rápido.
La policía alemana cuenta con este carro hidrante para controlar y dispersar manifestaciones, aunque con esa apariencia, nosotros saldríamos corriendo incluso antes de que encendieran la bomba de agua. 
Con una carrocería similar a la del Vauxhall Omega, aunque con mayor distancia entre ejes, el Senator fue uno de los vehículos de control de tráfico más populares de su tiempo.
Pintado en gris y montado sobre uno de los peores modelos de la historia de Ford, este es uno de los autos policiales más tristes que se hayan conocido. Sin embargo, hay que reconocer que cumple perfectamente su tarea de transportar a los perros de la fuerza.
En un museo de autos en Roma, se puede ver este móvil, que no es ni auto ni tractor, utilizado por la policía italiana en los Alpes, tanto para perseguir delincuentes como para rescatar personas. Se trata de un Cingolato Da Neve Prinoth T4 modelo 1976.
El Vauxhall Omega es en el Reino Unido lo que el Crown Victoria en Estados unidos: la quintaesencia del auto policial. Grande, poderoso y cómodo. Lamentablemente, cada vez quedan menos ya que los distintos departamentos se han ido modernizando y adquiriendo nuevos modelos, pero acá tenemos uno a la búsqueda de motociclistas excedidos de velocidad en la autopista M4.
La policía irlandesa (o garda, como la llaman) no ganará ningún concurso con este castigado Toyota Corolla. Tiene algunos golpes, lo que demuestra la dura vida de patrulla que llevan estos vehículos en las calles.
El Invicta Tourer fue utilizado por la policía metropolitana en 1929. Ea uno de los autos más rápidos a disposición de la policía en la década de 1920, para perseguir ladrones de bancos por las calles de Londres.
Atención amigo, no querrás ver este auto por tu espejo retrovisor. Se trata del Holden Commodore australiano, también conocido como Vauxhall VXR8 (en el Reino Unido), y cuenta con radares de velocidad en el frente y la parte trasera, para detectar excesos de velocidad en ambas direcciones.
El departamento de policía de Nueva York (NYPD) usa estos particulares vehículos para esquivar el insoportable tráfico de la ciudad o para patrullar en el Central Park.
Para celebrar sus 100 años de fabricación de autos deportivos, Morgan creó en broma este Aeromax como un aparente auto policial alemán, y lo expuso en el festival de Cheltenham.
Si no puedes vencerlos, úneteles. En los sesenta, varios criminales elegían el Jaguar mk2 como vehículo de escape, por lo que la policía no dudó en adquirir algunos para estar a la altura.
Como el Ford Crown Victoria, el Chevrolet Caprice también es un clásico dentro la policía norteamericana. Nótese el paragolpes reforzado, para correr a otros vehículos del camino. La policía estadounidense no se anda con vueltas a la hora de hacer su trabajo.
Este Holden Commodore SS de New South Wales, Australia, bien podría patrullar las calles de Memphis, Tennessee, con ese sticker de Elvis en la parte trasera.
En Miami Beach, la policía pintó algunos Crown Victoria de rosa como parte de una campaña de prevención contra el cáncer de mama.
La policía polaca dio una muestra de estilo al incorporar estos Alfa Romeo 159 a su flota.


Uno de los vehículos emblemáticos de Volkswagen fue utilizado por la policía alemana durante la década de 1960 para combatir el crimen en las ciudades.


Pocos autos policiales logran tener la versatilidad de este Mercedes-Benz Clase E, en este caso, utilizado por la policía alemana en Stuttgart.

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